miércoles, 14 de marzo de 2012

Recuerdos

      Este post es algo especial. Creo que toda persona importante en mi vida debe ser mentada aquí, de una u otra forma. Esta vez, elijo la forma tradicional.


      El domingo habría sido el cumpleaños de mi abuelo, 99 años que se dice pronto. No tengo muchos recuerdos suyos, probablemente porque era un hombre callado, que nunca se quejaba de nada. Iba a decir como yo, pero no, yo me quejo de todo, aunque soy bastante callada.
     Entre los momentos que recuerdo, me viene a la mente como me enseñaba a jugar al ajedrez en el balcón de su piso, con la persiana medio echada y el sol reflejándose en la pared. Recuerdo muy bien como nos sentábamos y jugábamos, pero no recuerdo que me dijera nada. Quizás nos entendíamos bien sin muchas palabras, yo era muy pequeña y una niña muy tímida, incluso con mi familia.
    También recuerdo como hacíamos carreras a ver quien se acababa la merienda antes. Yo tomaba siempre un zumo frío y él leche o café caliente, por lo que yo le llevaba una gran ventaja al no tener que esperar, y claro está, que me dejaba ganar.


    Era un hombre muy bueno, todo el mundo le quería. Tuvo una vida muy difícil, quizás por eso nunca se quejaba, pero no es momento de recordar los malos momentos. Siempre estaba realizando alguna tarea útil, como hacer cajas para meter y ordenar todo. Siempre tenía la mente ocupada, quizás eso también le servía para no pensar en otras cosas.
    Le encantaba la literatura y  leer, incluso cuando ya no podía ver, le gustaba que le compráramos libros en cassette para poder escucharlo. Era muy curioso, todo le fascinaba y se interesaba por todo. Y le quedó pendiente poder ver y entender lo que era Internet. Le encantaba que le contáramos cómo funciona, pero claro, no era capaz de entenderlo del todo.


    Me habría gustado poder compartir con él mi madurez, ahora me doy cuenta de que soy una persona muy curiosa por casi todo y me gusta mucho leer. Probablemente, él haya tenido mucho que ver en esto, ya que lo que se aprende de los padres(abuelos) es lo que no nos enseñan a conciencia. Es una pena que en mi adolescencia no fuera capaz de darle valor a este tipo de cosas y haberlas podido compartir con un hombre como mi abuelo.


    Y ya que hablamos de personas importantes, me gustaría recordar a otra persona, aunque no muy allegado a mí, sí muy importante. Se trata de Mario Morcillo Moreno.
Es sin duda la persona más carismática que he conocido. La primera vez que lo conocí en persona quedé fascinada. Lo encontré justo cuando lo necesitaba, aunque en realidad ya lo había encontrado antes, no fue hasta que estuve preparada cuándo nos conocimos. Todo lo que decía y como lo decía era inspirador. Encontré en sus palabras, en su filosofía y en su manera de ver la vida un aliado.
    Tuve la suerte de poder conocerle durante dos semanas intensivas, donde aprendí tanto que nada puedo decir para compensar todo lo que él me cambió. Me abrió la senda que yo misma había cerrado hacía tiempo. Y le estoy eternamente agradecida porque sin él no habría conseguido lo que tengo hoy en día, mi paso al paraíso, y mi lanzamiento al futuro profesional.


    Su pérdida fue realmente dura, irreemplazable. Es ese tipo de persona que parecen inmortales, que siempre van a estar para guiarte. A pesar de ello, una vez más me ha vuelto a enseñar algo con su marcha. Siempre está aquí mientras esté en mi pensamiento y me da mucha fuerza para seguir luchando por mis sueños.



    A ambos dos, muchas gracias por todo! No os tengo que recordar, porque siempre estáis por aquí. =)


No hay comentarios:

Publicar un comentario